Durante la conferencia matutina de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, abordó las implicaciones económicas y estratégicas de las recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la posibilidad de imponer aranceles del 25% a las importaciones desde México y Canadá.
Ebrard destacó que dicha medida tendría un impacto negativo considerable no solo en México, sino también en la economía estadounidense, proyectando una pérdida inmediata de 400,000 empleos en el país vecino.
Subrayó que el sector automotriz sería uno de los más perjudicados, ya que depende en gran medida de la integración productiva entre ambos países. «Las piezas automotrices se fabrican en Estados Unidos, se ensamblan en México y luego regresan como productos terminados», explicó, haciendo hincapié en la doble afectación que generaría esta política.
Ante este panorama, el secretario propuso fortalecer la integración económica regional como una solución viable. Argumentó que incrementar la colaboración en sectores estratégicos, como la seguridad y la migración, podría ser clave para contrarrestar las tensiones comerciales y consolidar una región más competitiva a nivel global.
Ebrard también mencionó dos posibles escenarios derivados de las acciones de Trump. El primero sería un ciclo de represalias comerciales que fragmentaría la economía norteamericana, mientras que el segundo apostaría por una mayor cooperación entre México, Estados Unidos y Canadá para garantizar la estabilidad económica y fortalecer la competitividad regional.
El gobierno mexicano reafirmó su compromiso de buscar diálogo y acuerdos que eviten conflictos comerciales y promuevan el bienestar de las tres naciones. La postura oficial será presentada en las próximas semanas, en espera de que las negociaciones logren disipar las amenazas de nuevos aranceles.