El Presidente Municipal Antonio Astiazarán ha confirmado que el suministro de agua potable a los hogares hermosillenses y para las actividades productivas, es una de las 3 prioridades de su gobierno. Traducir ese discurso en hechos, en un escenario de dificultades de todo tipo, le toca a Agua de Hermosillo (AGUAH).

El director de dicho organismo, Renato Ulloa Valdez reflexionó respecto a cómo le hacen en el día a día para sacar adelante el reto de este importante servicio, sorteando realidades tan dramáticas como el hecho de que la mitad de usuarios y usuarias carecen de un medidor en su toma domiciliaria.

Dicha situación es un problema mucho mayor de lo que pudiera pensarse por una razón muy sencilla: sin este dispositivo las fugas imperceptibles, causantes de gran parte del desperdicio del vital líquido, no se detectan y por lo tanto no se reparan.

“Una fuga puede tener 15, 20, 30 años, ¿y quién se da cuenta si no hay un medidor?, el medidor es la única forma en que podemos darnos cuenta de que tenemos una fuga en nuestras casas”, explica el director de AGUAH.

También reconoce que en los 20 años que tiene de existencia, esta paramunicipal no ha logrado cubrir a la totalidad de las tomas domiciliarias con un medidor. No se ha llegado ni al 50%. “La micromedición es el principal problema y resolverlo es la principal meta de Agua de Hermosillo para el cuidado del agua”, sostiene.

Cada año se inyectan a la red de distribución de la ciudad 135 millones de metros cúbicos de agua. La cifra en sí misma quizás no explique mucho, pero es reveladora si se considera que es el doble de lo que realmente se necesita.

“¿Por qué tanta agua?, porque no hay medidores, perdemos el agua en todas esas casas que tienen cuotas fijas y fugas desde hace años, 365 días al año, 24 horas al día tirándose el agua”, alerta.

“Desgraciadamente, la cultura del agua en los adultos a veces nada más entra por el bolsillo, si no vemos que nos va a repercutir nuestra fuga en un costo extra, no la arreglamos”, sostiene.

No evade la muy perceptible situación de las fugas en las calles, producto de una red de distribución en su mayoría obsoleta, pero aprovecha el ánimo de reflexión por el Día Mundial del Agua para resaltar lo importante que es la colaboración de las usuarias y usuarios para evitar el desperdicio sin sentido de este preciado recurso. Ésta se traduce en una frase sencilla: la cultura del medidor.

“Es muy importante que tengamos medidores, es la única forma de controlar”, afirma a propósito de este factor que contrarrestaría el que durante el verano el agua no llega bien a todos los hogares, a pesar de que a la infraestructura de distribución entra el doble de lo que realmente se requiere.

“Es increíble que en una ciudad desértica como Hermosillo, donde tenemos dos lluvias al año nada más prácticamente, desperdiciemos tanta agua, es ilógico, es increíble, pero es la realidad del organismo operador y todos podemos buscar que cambie esta situación”, insiste.

La solución dista de ser sencilla, considerando que al año dejan de funcionar 20 mil medidores por culminar su vida útil, pero eso no significa bajar la guardia, al contrario, los 15 mil que se instalaron el año pasado y los 50 mil que se pretende incorporar en 2023 confirman la voluntad por parte del gobierno de Antonio Astiazarán de atacar con todo el problema.

Abatir el rezago en materia de micromedición es una de las vertientes de acción para arraigar entre residentes de Hermosillo la cultura del cuidado del agua, pero la operatividad cotidiana incluye muchas otras acciones que buscan aprovechar las posibilidades prácticas de la tecnología para mejorar la eficiencia y calidad del servicio, explica Renato Ulloa.

Agua de Hermosillo, gran consumidor de energía eléctrica
El Gobierno Municipal de Hermosillo es el gran consumidor de electricidad de toda la ciudad, al tener a su cargo tanto el alumbrado público como al organismo operador AGUAH. Este último necesita esa energía para extraer agua de los pozos abastecedores del municipio. El gran reto es hacerlo consumiendo la menor cantidad de electricidad que sea técnicamente posible.

En 2022 se invirtieron 40 millones de pesos para cambiar los equipos de bombeo de 65 pozos de la ciudad por unos más modernos y eficientes, lo que confirma con hechos los dichos del Presidente Antonio Astiazarán, en el sentido de que el abasto suficiente de agua para hermosillenses sería una de las prioridades de su gobierno.

Considerando que 62 de ellos son la principal fuente del vital líquido para el área urbana del municipio, la referida inversión fue por demás estratégica, aunque no sea muy visible ante la ciudadanía.

Si bien es cierto que las bombas anteriores cumplían su función, también lo es que era con costos operativos demasiado grandes, por su elevado consumo de electricidad y frecuentes averías, revelaron técnicos del organismo operador AGUAH y el propio munícipe capitalino.

El objetivo del cambio por bombas más modernas y eficientes fue ahorrar 3 millones de pesos mensuales por concepto de energía eléctrica y, con ello, ratificar el propósito de que el gobierno cueste menos y haga más, que enarbola Astiazarán Gutiérrez.

https://www.hermosillo.gob.mx/boletines/Sala-Prensa.aspx?articleid=13649

Por Editor